05.08.13
Los campamentos siguen siendo una de las actividades más
demandadas por los niños durante la época estival, y el Movimiento Scout
Católico es una de las entidades palentinas que organiza este tipo de
jornadas de convivencia y encuentro con la naturaleza para los jóvenes.
Este año, un total de 150 niños han participado en los tres campamentos
que el Movimiento Scout Católico ha organizado en Palencia.
La institución scout que fundó el inglés Robert Baden
Powell en 1907, cuenta con una arraigada tradición en Palencia cuyos
orígenes se remontan a la Fundación Grupo Scout Nubis, vinculada al
colegio de La Salle. Actualmente, en la provincia existen un total de
seis grupos Scouts, cuatro incluidos dentro del Movimiento Scout
Católico (MSC) y dos que pertenecen a la Asociación de Scouts de España
(ASDE).
Los cuatro grupos scouts católicos de Palencia –Ávalon,
Grupo Castilla, El Carmen y La Senda– han organizado este año tres
campamentos de verano en zonas rurales de la provincia y de Castilla y
León, donde las rutas por el bosque, los juegos al aire libre, el afán
de superación y el trabajo en equipo han sido los protagonistas.
Durante 11 días, los jóvenes pertenecientes a las unidades
scouts han aprendido de primera mano cómo se vive dentro de un
campamento scout. 20 monitores han sido los responsables de 45 niños que
han convivido en el municipio palentino de Cervera de Pisuerga y en el
Payo, en Salamanca.
Antiguas tradiciones como la hizada de bandera, las
formaciones, o el canto del himno han estado presentes en las acampadas,
que tienen por objetivo enseñar a los más pequeños el significado real
de la forma de vida scout. «La sociedad tiene en la cabeza una imagen
falsa del movimiento Scout que ha sido fomentada por películas o
programas de televisión. Nuestro principal objetivo, no solo con los
campamentos, sino con las actividades que desarrollamos durante todo el
año, es formar a los jóvenes e inculcarles unos valores, como el respeto
a la naturaleza y el trabajo en equipo, en los que creemos firmemente y
que aprendan a valorar el ambiente que les rodea» manifiesta Judith
González Vázquez, presidenta del Movimiento Scout Católico en Palencia.
Pero no todo son tareas formativas, los campamentos scouts
también ofrecen actividades lúdicas, como juegos, gincanas,
competiciones deportivas o incluso talleres nocturnos. «Por las noches,
intentamos organizar juegos entretenidos para acabar bien el día. Como,
por ejemplo, buscar 'luciérnagas' en forma de luz química o reunir los
aros olímpicos escondidos por el campamento», agrega Judith González.
Los grupos scouts católicos siguen rigiéndose por los
valores tradicionales del movimiento, como el respeto por lo demás, el
trabajo en equipo, el significado del medio natural, la importancia de
una buena salud y ejercicio físico, el contacto con la naturaleza, y el
necesario desarrollo de la autonomía personal para que los jóvenes
aprendan desde pequeños a vivir por ellos mismos.
Sin embargo, los cambios sociales han obligado a la
organización a adaptarse a las necesidades y preferencias de los
jóvenes, pero siempre con la idea de contribuir a mejorar la sociedad,
así como crear un entorno agradable en el que tan importante es
disfrutar como enseñar. «Cada vez es más difícil encontrar actividades
que interesen a los niños o que les mantengan entretenidos. Los
monitores notamos mucho que cada generación de niños están más
'enganchados' a las nuevas tecnologías y ya no se ilusionan con
actividades sencillas, como un taller de abalorios», comenta Judith
González.
Por otro lado, el creciente miedo y preocupación social
también ha provocado cambios en la organización de las acampadas. «La
Ley de Juventud aunque nos obliga a cumplimentar mucha burocracia, nos
da pautas importantes para que los chicos no sufran ningún daño durante
los campamentos. Ahora, todos los campamentos están mucho más
controlados y actividades que antes se hacían un poco sin cabeza ahora
mismo están prohibidas. Por otro lado, que los padres vean que las
actividades han sido aprobadas y revisadas por expertos de la Junta,
les tranquiliza. Además, hace muchísimos años que no ocurre ningún
accidente más allá de los típicos cortes», añade la presidenta del
movimiento Scout católico en Palencia.
La forma de vida scout es una tradición que se transmite de
padres a hijos. «Para la mayoría de los padres es un orgullo haber
formado parte de algún grupo Scout y luego poder llevar a su hijo. De
hecho muchos de los padres participan en los campamentos para revivir
sus experiencias y compartirlas con sus hijos», concluye Judith
González.