jueves, 31 de julio de 2014

En la web del MSC Federal / 30 de Julio 2014: Entrevista a João Armando G., miembro del Comité Scout Mundial y candidato a la reelección en la Conferencia Scout Mundial que se celebrará dentro de unos días en Eslovenia.-

En la web del MSC Federal / 30 de Julio 2014



Entrevistamos hoy a João Armando G., miembro del Comité Scout Mundial y candidato a la reelección en la Conferencia Scout Mundial que se celebrará dentro de unos días en Eslovenia.

P -        Hace tres años te presentaste como candidato al Comité Scout Mundial. ¿Qué es lo que te ha llevado a presentarte a reelección?
Las razones son esencialmente tres:
-        Porque creo que la experiencia y el conocimiento que tengo hoy del Escultismo Mundial, así como mi pasión por el Movimiento, pueden ser útiles a la Organización (OMMS) en los próximos años.
-        Porque creo que mis características personales y recorridopueden aportar valor al trabajo del Comité Mundial que vaya a elegirse.
-        Porque mi “agenda” para los próximos años incluye un conjunto de temas que considero importantes en un futuro próximo de la OMMS: unidad, colaboración, eficacia, liderazgo, transparencia, educación, impacto, innovación, apoyo (a las asociaciones) e inclusión.
P -        ¿Qué valoración haces de estos tres años en el Comité?
Pienso que este Comité que termina consiguió aliviar algunas tensiones que existían (entre asociaciones y regiones) y fue capaz de hacer transiciones en procesos políticos complicados (recuerdo la elección de un nuevo Secretario General o la reorganización de la red de oficinas). Pero quedó todavía mucho por hacer a nivel de transparencia, de eficacia y de la relación entre todos, ya que no consiguió estar tan próximo de otros actores como debería.
Pero más allá de la gestión de los procesos políticos, fue capaz de producir trabajo concreto que considero de calidad: la propuesta de una nueva Estrategia, nuevas Políticas del Programa Educativo y Participación Juvenil, un sistema sólido de apoyo a las asociaciones, el 1er Congreso Scout Mundial de Educación, etc.
Personalmente, intenté contribuir para que el Comité tomase las mejores decisiones posibles y al mismo tiempo, desarrollé trabajo en las áreas que coordinaba (Métodos Educativos y Juventud). La sensación que tengo respecto a mis contribuciones es muy positiva y esto es uno de los motivos que me llevó a presentarme a una nueva candidatura.
P-        ¿Podrías explicarnos brevemente en qué consiste tu propuesta de candidatura?
Mi propuesto se basa en la “lectura” que hago de la realidad actual (en función de mi experiencia de los últimos 3 años) y de lo que considero que son las principales necesidades de la OMMS para responder a los desafíos que se presentan. Y, para mí, existen 2 tipos de desafíos: internos y externos.
Los desafíos internos incluyen la necesidad de reforzar nuestra Unidad, buscando que las personas trabajen más en conjunto y que acepten mejor nuestras diferencias y semejanzas como factores que nos vuelven más ricos. Incluyo además la necesidad de reforzar nuestra identidad (espíritu, valores, misión) así como mejorar muchos de nuestros sistemas de funcionamiento, adaptándolos a los tiempos en los que vivimos.
Los desafíos externos están relacionados con la extrema necesidad de acompañar, e incluso moldear, los cambios que el mundo va experimentando a gran velocidad.
No podemos ignorar las tendencias que se van instalando y principalmente las relacionadas con los jóvenes. Si queremos continuar siendo relevantes y concretar nuestra misión educativa tenemos que saber “leer las señales” y hacer las adaptaciones que consideremos necesarias en nuestra forma de funcionar.
Y teniendo como base este diagnóstico, escogí como temas prioritarios de mi acción en el próximo trienio, en caso de ser elegido, los siguientes tres:
  1. Unidad. Facilitando el contacto y la colaboración entre las personas, asociaciones y regiones.
  2. Impacto. Reforzando nuestro perfil educativo y aumentando el alcance de nuestra acción social.
  3. Organización. Mejorando el funcionamiento de nuestras estructuras y sistemas al nivel de transparencia, flexibilidad, innovación, eficacia, relevancia, etc.
Creo que en el próximo trienio estos tres temas serán fundamentales, si queremos continuar teniendo el Escultismo como un movimiento educativo global, unido, moderno, y capaz de realizar transformaciones positivas en las comunidades y en los individuos.
P-        Y si la tuvieses que resumir en una sola frase, ¿cuál sería?
El lema de mi candidatura es “Juntos para un cambio positivo”.
P-        ¿Qué es para ti el Comité Scout Mundial?
Como antes, sigo considerando que el Comité Scout Mundial debe ser una fuente de orientación, inspiración y apoyo. Y si consigue serlo, estará en una mejor posición para asegurar su papel fundamental de garantizar la unidad del Movimiento. Esta unidad no es conseguida sólo a través de las relaciones abiertas y francas entre todos, sino también al garantizar la existencia de los elementos fundamentales del movimiento scout y que deben ser comunes: los principios, la visión pedagógica, los valores, etc.
La principal tarea del Comité es tomar buenas decisiones para el bien de la Organización, y yo encuentro que se debe ayudar a implementar algunas de esas decisiones, en un trabajo colaborativo a realizar con el Bureau Mundial (la estructura profesional).
Pero, más allá de esto, tiene que saber escuchar, saber relacionarse con las asociaciones y regiones, y facilitar los puentes entre ellas. Y tiene que estar muy atento a los fenómenos de naturaleza global que van sucediendo a nuestro alrededor (en el dominio de la tecnología, del ambiente, de la economía, etc). Si el Comité consigue tener una perspectiva de 360º de las realidades de las asociaciones y regiones y de los fenómenos que les son “externos”, estará en condiciones de apoyar mejor y poder indicar orientaciones genéricas también para toda la Organización (OMMS).
Yo veo al Comité Scout Mundial como un grupo de personas capaces de trabajar en equipo al colocar su talento al servicio del Movimiento. Deberán desempeñar ese papel de forma abierta con más liderazgo, constituyendo un ejemplo.
P-        Para aquellos a los que las estructuras scouts mundiales les quedan un poco lejos, ¿cómo afecta el Comité Scout Mundial a las bases?
Las decisiones tomadas por el Comité Mundial afectan a las bases (el nivel local) solamente de forma indirecta, pues su acción se refleja sobre todo al nivel de las Regiones y de las Asociaciones, (o sea, de las estructuras). Las preocupaciones del nivel local son otras. Creo que la mejor forma de influenciar positivamente el nivel local es 1) apoyando mejor a las Asociaciones Nacionales (para que funcionen mejor), 2) estimulando a través de la implementación de buenas prácticas que sirvan de ejemplo inspirador y, claro, 3) garantizando que los eventos de nivel mundial (Jamboree, Moots, JOTA_JOTI) tengan un nivel de calidad tal que animen a ser replicados después de que los participantes regresen a sus locales de origen.
Pero el hecho de que vivimos en la sociedad de la comunicación y de la información abre la posibilidad de que existan algunas “ofertas directas” que las bases puedan querer incluir en sus actividades. Es el ejemplo de la iniciativa “Mensajeros de la Paz” o de los programas que existen al nivel mundial (“Scouts del Mundo” y “Programa Mundial de Medioambiente”). La plataforma electrónica hoy existente (www.scout.org) ya posibilita una mayor interacción de scouts de todo el mundo, desarrollando nuestra fraternidad global.
Este abordaje individual es por otra parte uno de los debates interesantes que necesitamos tener en el futuro.
P-        Animarías a los Rutas, por ejemplo, a seguir tu ejemplo? ¿Qué implica estar trabajando en una estructura como ésta?
Sobre todo los animaría a involucrarse siempre que puedan en los sistemas de toma de decisión, pero también en las oportunidades que puedan surgir a nivel internacional.
Trabajar al nivel internacional es fascinante por el descubrimiento de las semejanzas y de las diferencias que existen dentro de esta gran familia que es el Escultismo. Yo acostumbro a decir que tenemos la ventaja de pertenecer a una familia de cerca de 40 millones de personas y que es una lástima no sacar partido de eso.
Pero también es un constante proceso de aprendizaje personal y de confrontación con nosotros mismos y con nuestras convicciones. Por eso, trabajar a nivel internacional exige una gran humildad y flexibilidad. Una buena capacidad de escuchar y de colocarnos en el lugar del otro para comprender sus perspectivas, que nos pueden parecer extrañas.
Después de trabajar cerca de 10 años en el nivel internacional, puedo decir que me siento hoy un verdadero “ciudadano del mundo”. Y estoy agradecido por ello.