domingo, 8 de enero de 2017

En el diario 'La Opinión de Málaga' del sábado 7-1-2017: "Queremos hacer un mundo mejor". Los Scouts malagueños se unen cada fin de semana para trabajar en valores como la amistad o el compañerismo. Málaga, con un total de 1.100 miembros y 10 organizaciones, es la cuarta provincia andaluza en el número de socios Scouts.-



Asociacionismo juvenil

 http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2017/01/08/queremos-mundo-mejor/901313.html

"Queremos hacer un mundo mejor"

Los scouts malagueños se unen cada fin de semana para trabajar en valores como la amistad o el compañerismo

07.01.2017 | Diario La Opinión de Málaga
 

Foto: Apertura del parque Baden Powell.

Málaga, con un total de 1.100 miembros y 10 organizaciones, es la cuarta provincia andaluza en el número de socios scouts.
­«Somos un grupo de personas que queremos hacer de este mundo un lugar mejor», asegura Gonzalo Bueno, estudiante de Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad de Málaga y uno de los monitores scout del Grupo 415 Los Olivos.
Gonzalo aprovecha sus días de descanso para organizar las actividades de una asociación en la que lleva tres años y de la que pretende seguir formando parte.
«Es una historia un poco extraña», confiesa cuando le preguntan por qué decidió ser scouter de un grupo de jóvenes entre 11-14 años. «Mi amigo Juanda ha sido scout desde los 12 años y yo quise apuntarme cuando tenía 18 años pero había una cuota y mis padres no querían pagar», dice el estudiante que años después decidió formar parte de la organización, esta vez como monitor. «Fue un poco show porque no tenía ni idea de qué iba el movimiento pero me
captaron».
Cada fin de semana, su grupo se traslada al colegio Los Olivos en Málaga donde trabajan valores en contacto con la naturaleza. «Quizá lo que más me sorprende de los scout es la capacidad para la convivencia», asegura Bueno que relata una de las acampadas de este verano en la que durante 15 días convivieron jóvenes de entre 6 y 21 años. «Ver cómo los mayores enseñan y ayudan a los más pequeños impresiona muchísimo», asevera.


El joven es uno de los 1.100 malagueños que forman parte de los 10 grupos scout que hay en la provincia, que ocupa el cuarto lugar en toda Andalucía por detrás de Sevilla, Granada y Cádiz en número de socios. «Somos una asociación juvenil que trabaja, sobre todo, la educación en valores en contacto con la naturaleza a través de la educación por la acción». Así define Guillermo Madueño a los scouts que, a día de hoy, muestran a más de 6.000 personas, entre monitores y jóvenes de entre 6 y 21 años, los valores que, desde el grupo, llevan enseñando desde hace más de 100 años. Madueño es el coordinador provincial de los scout en Málaga y lleva desde los 8 años siendo integrante de un grupo del que hoy es monitor. «Nosotros decimos que ´scout una vez, scout siempre´. Mi madre me apuntó porque ella había sido scout en su día», aclara el joven.
Cada sábado los scout se reúnen. Algunos monitores, especialmente los pertenecientes a las secciones de los integrantes más pequeños cambian su nombre por el de los personajes de El Libro de las Tierras Vírgenes, el mismo en el que se basa la película de El Libro de la Selva. «Nuestras actividades van desde: juegos y talleres que se desarrollan en pequeños grupos hasta actividades en la naturaleza para conseguir que los niños y jóvenes se relacionen entre sí y no solo a través de grupos de amigos. No se puede trabajar igual con un niño de 8 años que con un adolescente de 17», asegura el responsable provincial de la asociación, que agrupa a varios grupos repartidos por franjas de edad. Colonia, Manada, Tropa, Unidad, Clan y Scouters son los diferentes agrupamientos de scouts, unidos por una promesa y el cumplimiento de sus leyes.

Un modo de vida

«El modo de vida scout se resume en dos cosas: en la Promesa y en la Ley Scout que son una serie de valores en positivo como: ser fiel, ser leal, ser servicial, trabajador, ser digno de confianza o ser amigo de los demás», relata Madueño que confiesa que el tiempo que cada persona quiera dedicarle a su grupo depende del grado de implicación que tengan con los scout. «Yo dedico un rato cada día», dice. Gonzalo, Guillermo, Amalia o María han dejado de responder a sus nombres para contestar cuando escuchan Baloo, Bagheera o Akela, los nombres de El Libro de las Tierras Vírgenes del que aprenden los más pequeños. Los mayores inspiran sus pequeños grupos en las características de animales con los que se identifican como la defensa de sus crías de los osos, el compañerismo del lobo o la sociabilidad del delfín, y cantan alrededor de una hoguera en las acampadas. «La gente está muy influenciada por la imagen de los boy scouts americanos», confiesa Madueño que forma parte de la realidad de los scouts en Málaga y que convive, cada día, con aquellos que quieren dejar un mundo mejor.

@MariPalma94

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