Los “influencers” dentro del Escultismo
La familia es el primer entorno educativo en el que se sumerge el niño. Dentro de él los pequeños reciben sus primeras lecciones de vida y aprenden distintos valores que comienzan a formar su personalidad
No podríamos vivir si cada día, ante cada elección, nos planteáramos cada vez nuevos criterios vitales: ¿qué estudiar?¿playa o montaña?¿qué ropa me pongo? ¿café o cacao? Solemos tomar una decisión y la mantenemos durante un tiempo, aunque también podemos cambiar. Nos asignamos a un grupo social -a sabiendas o no- y nos sentimos parte de algo, pues no soportamos sentirnos en soledad absoluta, innovadores perennes. Yo soy de tendencia centrista, rockero, naturista o más de tikitaka…Son meros ejemplos. Necesitamos referentes, personas, o a veces sus modos, que nos marcan el camino. ¡Ojo!, no me refiero a personas que son “pastores de borregos”, que nos dicen cómo actuar, o gurús espirituales, que nos dictan verdades absolutas.
La falta de referentes puede llevarnos a vacíos existenciales (¡¿qué hago con mi vida?!) que a veces nos llevan a estados depresivos (¡no valgo para nada!). Esto es especialmente frecuente durante la adolescencia, y se pude agravar si se producen situaciones de acoso escolar o problemas familiares. La autoestima suele ser la primera en resentirse.
Las mamás y papás suelen atravesar un periodo en el que se preguntan: ¿con quién irá?¿será una buena influencia? Está demostrado que a veces se inician malos hábitos, alcohol, tabaco o drogas, etc., por influencia de modelos culturales, canciones, anuncios comerciales… En Scouts de España, nuestros programas educativos ya trabajan estos ámbitos desde la formación y la prevención.
La sociedad actual ofrece gran cantidad y variedad de referentes en redes sociales y televisión que desgraciadamente no se eligen por sus virtudes morales, sino que muchos representan un pobre modelo: insultones, agresivos, soberbios… Todo vale para conseguir un click o un “me gusta”.
El escultismo nos ofrece la poderosa enseñanza de los referentes. No aparece en ningún manual metodológico, pero puede resumirse en saber elegir a quién quieres parecerte. En nuestras ceremonias, especialmente la Promesa, elegimos madrina/padrino de un modo totalmente libre: incluso equivocarse en la elección debe tomarse como una lección de vida, ya que también elegir mal es aprender a elegir. Supone una responsabilidad tanto para el elector como para el elegido, que no debe olvidar que hay unos ojos que se fijan en él y, por tanto, debe adecuar su comportamiento, pues puede provocar, por imitación, tanto buenas como malas acciones.
Los chavales tienen varias cuadrillas: la del insti, la del equipo, la de la academia y la de Scouts, por supuesto. Nuestros scouts no son perfectos, no seamos ilusos, trabajamos para que sean buenos y darles herramientas para superar la presión social. Los scouts beben, fuman y, tengo casos cercanos, se mofan de compañeros de clase… pero también se rodean de gente “sana”, gente que les llama la atención, de tú a tú: “oye, no fumes, te apesta la boca”, “¡ey¡, ayer te pasaste de frenada”, “eso que le dijiste a “mengano” no estuvo bien, deberías pedirle disculpas”. Les educamos para ser personas sinceras, asertivas y a reconocer gente, scouts o no, con valores que enriquecen al ser humano y hacen crecer la fuerza interior que todos tenemos.
Me gustaría terminar con una anécdota. Al final de una marcha, con los más rezagados, a uno de los chicos le dije una frase para motivarle: “tus músculos son incluso más fuertes que los de algunos de los compañeros que van por delante. Eres un chico grande y tienes más energía de lo que tú mismo piensas”. Funcionó. El chico llegó al destino en el grupo de cabeza. Y yo y mi nudo en la garganta nos fuimos a dormir esa noche con una sonrisa en la boca. Ahora soy su padrino.https://scout.es/los-influencers-dentro-del-escultismo/