Lo contaba el presidente del Banco de Alimentos de Granada, Indalecio García, en el tradicional almuerzo –que tuvo un importante respaldo–, en el que destacó la sensibilidad tan necesaria en un año, duro por los efectos de la pandemia y la crisis provocada por ella, pero de satisfacción por seguir contando con el apoyo de instituciones, empresas y particulares tras cumplir cuarenta años de trabajo a sus espaldas.
Hace poco coincidimos en la visita de la reina Doña Sofía a las instalaciones situadas en Mercagranada, y ayer volvimos a compartir un buen rato en el que se entregaban los Premios a la Generosidad.
Lo recogían Inmaculada Ferro, organista y directora de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio Profesional de Granada que, entre otros méritos, ha colaborado intensamente en los conciertos solidarios. La saludé junto a su marido, el catedrático Juan Paredes, acompañados de Jesús Mellado, que le entregó la distinción y su mujer, Pilar Fernández-Palma.
Reconocimiento también para Secot Granada, una asociación de asesoramiento empresarial sin ánimo de lucro con la que el Banco mantiene un convenio y que recibía su presidente, Fernando Alex, de manos del secretario de Patronato, Juan Antonio Maldonado.
El director de Organización del Banco de Alimentos, Felipe Alva hizo la entrega a Manuel Frechilla, director de Supply Chain en Granada del grupo Lactalis Puleva, empresa que lleva años colaborando y que, en los últimos meses ha aumentado de forma considerable sus aportaciones. Algo digno de agradecer, como a Industrias Cárnicas Zurita siempre ayudando en un proyecto que, como se destacó en todos los casos, ha servido para atender a las más de 43.000 personas con necesidades alimentarias. Su directora general, Ángeles Orantes, recogió el premio de manos de la vicepresidenta segunda Margarita Álvarez.
Y el compromiso se valoró también en el galardón otorgado a los empleados de Caja Rural de Granada «nos hicieron sentir que no estábamos solos, compartiendo su ánimo, empuje y su espíritu solidario». Lo recibía Juan Laborda, director de la oficina Zaida –al que saludé junto a su mujer, Verónica Bowser–, muy bien arropado por Poli Servián, Paqui Robles, Juana Ballesteros y Manuel Ballesteros; Maritina López y Antonio Ortega, Ana Martínez, Mª Ángeles Sánchez, Gonzalo del Castillo y Rufo del Castillo que realizó la entrega del premio.
El alcalde, Francisco Cuenca, quiso estar en el acto, junto a la concejala Nuria Gutiérrez. Saludaron al alcalde de Gójar, Joaquín Prieto y a Mercedes Garzón, edil de ese ayuntamiento y diputada de Igualdad y Juventud. Y en la mesa presidencial el delegado de Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, Manuel Montalvo.
Su aplauso, como el del resto de asistentes, fue también para los grupos de Scouts de Granada, «volcados decididamente con el Banco» –el vicepresidente segundo, Manuel Marchal, hizo la entrega–, representado por su responsable, Javier Martínez y un gran número de componentes que no quisieron faltar.
Como no faltaron el Colegio de Enfermería, el ayuntamiento de Lecrín, y caras conocidas como Mª Angustias Contreras, de Kolmer y mi colaboradora indispensable, María García. Y muchos más.
Fue un encuentro solidario que nos recuerda que la gran recogida de alimentos continúa. Ya no hay que llevar los productos, sólo dejar el donativo –que buenamente se pueda– al pasar por caja. Lo pueden hacer hasta el 25 de noviembre. Todo suma.