"La clase media se contrae", Carta de Antonio Alaminos en varios diarios, como, 'El Diario Montañés de Santander', 'Diario de Cádiz', 'Diario La Rioja', 'La Tribuna de Albacete', 'Huelva Información', 'Diario de Jerez', 'Europa Sur', Etc... Martes 18, Miércoles 19 y Viernes 21 de Noviembre de 2025.-
La clase
media se contrae
Casi nadie habla de la clase media. No
es progresista. Lo políticamente correcto es hablar de las personas en
exclusión. Vivimos en una sociedad anímicamente desasosegada y socialmente
polarizada. La clase media se contrae desplazando a muchas familias hacia
estratos inferiores. Se la describe como un colchón que amortigua la sociedad,
proporcionando estabilidad social y política. Y frecuentemente se considera que
debe ser el grueso de la población y el motor principal de la economía, con sus
luces y sus sombras.
Se habla de que los actuales hijos vivirán peor que
sus padres, pero la realidad es que los padres ya viven más apretados que hace
unos años en que la bonanza llegaba a las casas con más facilidad. No falla la
clase media, sea media o baja, es el sistema quien patina. Muchos hogares de
clase media activan, frente a las dificultades que atraviesan, estrategias
diversas como, buscar nuevos empleos, formarse más o ajustar los gastos. La
vivienda también es un rompecabezas. El Bachillerato y la FP, son el nuevo
cortafuego contra la bajada de estatus social y la pobreza. La ESO ya no
protege. El dato es rotundo, si una persona no consigue completar estudios
superiores a la ESO, su riesgo de caer en exclusión severa o en bajada de
estatus social se multiplica. La infancia y la juventud, son los grandes
perdedores. Pero los mayores también, las pensiones ya no cubren como antes,
pese a las subidas.
Esta no es sólo una crisis juvenil, es una crisis de
sociedad que amenaza la cohesión social, el estado de bienestar, las pensiones,
la natalidad, y hasta deteriora la salud democrática. Todos estos síntomas
hacen que se llegue a definir una especie de ‘sociedad del miedo’,
individualista, un ‘sálvese quien pueda’, que resulta ineficaz, con una bajada
en la confianza hacia ciertas instituciones políticas. Ahora se antepone y
prioriza la libertad personal a la igualdad social, y el resultado suele ser
jóvenes sin poder emanciparse y familias angustiadas. Así que, más trabajo, ingresos
adecuados, cotización y vivienda; mejoras en educación, sanidad, alimentación y
cuidado de las familias; no a la discriminación y sí a la transición
energética, industrial y de servicios; entre otros planes a impulsar. ¡Pero,
‘ipso facto’!
ANTONIO ALAMINOS LÓPEZ






