Antonio Alaminos: 'Examinadlo todo y quedaos con lo bueno', carta en La Verdad de Murcia, jueves 16 de marzo de 2023, página 25 de la edición impresa.- Y en otros diarios como: IDEAL, El Periódico de Extremadura, Diario de Ávila, La Tribuna de Albacete, Etc...
'Examinadlo todo y quedaos con lo bueno', en La Tribuna de Albacete, carta de Antonio Alaminos, jueves 16-3-2023, página 2.
'Examinadlo todo y quedaos con lo bueno', diario IDEAL de Granada, carta de Antonio Alaminos, lunes 20-3-2023, página 27.
Examinadlo todo y quedaos con lo bueno
Ahora con motivo de la moción de censura puede venir bien hacer unas reflexiones. Los verbos oír y escuchar son utilizados con frecuencia de manera ambigua y errónea. También la frase “¿quién soy para juzgar?” es usada con frecuencia de manera inadecuada. Se repite constantemente cuando se abordan temas relacionados con la actualidad política, las relaciones sociales y familiares, los temas económicos y de la vida-existencia, la situación nacional y mundial, y un largo etc. de cuestiones.
En la cultura
cristiana, que predomina en una gran parte de las personas de nuestro mundo, el
mandato del Señor de “no juzgar” es rotundo y taxativo. Al igual que la
exhortación apostólica “examinadlo y quedaos con lo bueno”. Pero ¿qué pueden
significar más exactamente estos mandatos, si queremos “construir un Mundo
mejor”?
Primero que no podemos
juzgar meramente las intenciones. No es sólo que no debemos, es que
es imposible, pues desconocemos lo profundo del corazón humano. Segundo,
que no podemos juzgar la culpabilidad de una persona. Pues con frecuencia las apariencias engañan. Cuando lo hacemos
solemos equivocarnos casi siempre. Y cuántas equivocaciones están
recogidas en las hemerotecas.
Pero, sí podemos, y debemos, juzgar los hechos. Pues estos tienen un
valor objetivo, independientemente de la persona que los realiza. Son en sí
mismos buenos o malos. Por ejemplo, matar siempre será malo. Si no hacemos este juicio estaríamos
confundiendo el bien y el mal.
Y también, sí podemos y debemos juzgar las ideas y las afirmaciones. Estas son en sí mismas
verdaderas o falsas, acertadas o erróneas, “independientemente de quién las
diga, Agamenón o su porquero”. Al afirmar que una
idea está equivocada, no emitimos ningún juicio sobre la persona que la ha
enunciado, simplemente afirmamos la falsedad de tal idea. Si no hacemos este
juicio, estaríamos confundiendo la verdad y la mentira.
Hay que “juzgar con juicio justo". Y, para hacerlo así, hay que
juzgar recogiendo toda la información posible del caso, entendiendo el contexto,
las posibilidades, etc. "Examinadlo todo y quedaos con lo
bueno". Examinar es, en este contexto, equivalente a juzgar. Someter al
juicio de la razón, someter a examen, analizar y valorar. Es muy exigente eso
de "examinarlo todo". En la práctica significa que seamos juiciosos,
prudentes, porque sabemos que nos faltarán a menudo muchos datos y contexto. Y
quedémonos con lo realmente bueno. Lo demás… cada uno y cada una ha de
responder en conciencia.
Como vemos, se trata
de algo más elemental de lo que nos inducimos a pensar, desde dentro, Y de lo
que nos inducen a pensar, desde fuera. Y, el caso es que, es conocido por casi
todos. Pero conviene intentar recordarlo en medio de la confusión existente en
estos tiempos. ¿No les parece?
ANTONIO ALAMINOS